La enfermedad del cáncer: Algo no anda bien en la vida que llevamos
Sexo, drogas, rock y mucho trabajo, la combinación perfecta, pero...
Yo se que mucha gente no lo ve de esta forma, pero mi experiencia hoy en día me obliga a decirlo: el cáncer es una señal de que algo no anda bien en la vida que uno lleva y de que hay que cambiar. Lo más difícil para mucha gente que enferma de cáncer es entender esto, muchos no lo admiten, no les parece importante, les molesta y deciden seguir con su vida de siempre porque consideran que con los tratamientos de la medicina occidental es más que suficiente. Son ellos los que en la mayoría de las veces no sobreviven a esta cruel enfermedad.
Tampoco para mí fue fácil entenderlo. Me llegó esta enfermedad en un momento importante de mi vida profesional, ganaba dinero, muchísimo, hacía lo que quería, tenía prestigio en mi trabajo, etc. Ese fue el problema: creer que las cosas iban bien porque lo que "supuestamente" va bien para esta sociedad funcionaba, pero no era así.
Antecedentes: una vida de estrés, excesos, tensiones y decepciones
En el año 2010 todo comenzó a cambiar en mi vida. Por un lado a nivel profesional no paraban de llegar los éxitos. Cambié de trabajo en busca de mejores ingresos y todo funcionó. Me hice reconocido como experto en mi área, análisis técnico de datos bursátiles.
Tengo un talento natural para los números que poco a poco me llevó a mejorar mis ingresos económicos y elevar mi nivel de vida. Me fui a trabajar a Estados Unidos aunque también pasaba temporadas en Europa. Eso implicó más responsabilidades, más tensiones, más horas de trabajo, menos horas de sueño, más estimulantes para aguantar las intensas jornadas de trabajo.
Los viajes continuos me llevaron a comer casi siempre fuera, en restaurantes, muchas veces comer cualquier cosa, tener un horario desordenado y estar todo el tiempo con afanes y estrés. La comida en restaurantes no es la mejor, todo lo contrario, lo peor que uno puede hacer es alimentarse en restaurantes, no importa que sean los mas caros, da lo mismo, la comida que ellos venden usualmente no es de la mejor calidad, pues, ¿donde está el negocio? La ley del capitalismo es comprar barato y vender caro.
Tengo un talento natural para los números que poco a poco me llevó a mejorar mis ingresos económicos y elevar mi nivel de vida. Me fui a trabajar a Estados Unidos aunque también pasaba temporadas en Europa. Eso implicó más responsabilidades, más tensiones, más horas de trabajo, menos horas de sueño, más estimulantes para aguantar las intensas jornadas de trabajo.
Los viajes continuos me llevaron a comer casi siempre fuera, en restaurantes, muchas veces comer cualquier cosa, tener un horario desordenado y estar todo el tiempo con afanes y estrés. La comida en restaurantes no es la mejor, todo lo contrario, lo peor que uno puede hacer es alimentarse en restaurantes, no importa que sean los mas caros, da lo mismo, la comida que ellos venden usualmente no es de la mejor calidad, pues, ¿donde está el negocio? La ley del capitalismo es comprar barato y vender caro.
Fue en uno de esos viajes donde conocí a una chica que me hizo daño, se llamaba María, me enamoré de ella sin darme cuenta que era una persona mentirosa que se aprovechó de mi. Cuando supe la verdad de lo que ella hacía conmigo: mentirme, desarrollé un odio hacia ella y un resentimiento que llenaron mi interior de sentimientos oscuros. Eso me llevó a querer vengarme y lo hice.
La venganza: veneno en el corazón
El odio no es una buena energía para el cuerpo
Ella trabajaba en una reconocidísima ONG que recibía jugosas donaciones por causa del terremoto en Haití que sucedió en el 2010. En el corto tiempo que estuve con ella me enteré, por causalidad, de la forma en que en esa ONG se desviaba dinero y se robaba gran parte de las donaciones, que iba a parar a los bolsillos de directivos y técnicos.