Amsterdam es una de las ciudades mas liberales del planeta.
Liberal y organizada, es una ciudad fascinante. Curiosamente allí hay muchos colombianos que destacan por su alegría, por su carácter rumbero, su dedicación al trabajo y en algunos casos por estar vinculados al mundo del crimen.
Menos problemáticos que muchas otras comunidades de inmigrantes, los colombianos viven allí en el estado intermitente de confianza y desconfianza con sus propios compatriotas, con la nostalgia de Colombia siempre presente, inmersos en ese sentimiento ambiguo de dolor y hastío que se siente cada vez que se sabe algo de lo que sucede en el amado y extrañado país. Una gran verdad es que los colombianos no somos unidos, ni hay ese sentimiento fraternal que se siente en gente de otros países de latinoamérica, como los brasileños o los argentinos. En eso tiene que ver la violencia permanente que se vive en Colombia y el sabor amargo que, gracias a ella, se lleva en el alma colombiana.
Me sucedió, muchas veces que me enteraba de la atrocidad mas reciente ocurrida en Colombia, que me invadía el hartazgo y no quería saber nada de mi país ni de ningún colombiano. "Que se los coma el marrano", pensaba con fastidio y decepción al ver que los colombianos seguían, y siguen, eligiendo en los cargos públicos a sus verdugos, a los responsables de ese desastre de país que somos. Pero luego pensaba en su gente humilde, en su gente campesina, y sentía que en medio de todo hay algo que se mantiene, una pequeña luz escondida en lo mas puro y escencial de su cultura popular, algo que todavía no han podido matar, vender o prostituír quienes nos malgobiernan desde que logramos la independencia.
Uno de los mejores momentos que viví aquella noche que relato en el post anterior fue cuando estuve conversando con Rafa. El también vivió en Amsterdam, ciudad donde yo viví por dos años y donde estudié. Es mas, Rafa estudió los mismo que yo y en el mismo lugar, sólo que unos años antes.
La vida siempre te sorprende y los dioses envían mensajes cifrados. Hace unas semanas El Editor, autor de uno de los mejores blogs colombianos,
El Planeta en Pantaloneta, también uno de los primeros blogs colombianos en aparecer, publicó
un relato donde contaba su experiencia en Amsterdam. Muy interesante y muy bien escrito, los invito a que lo lean. Narra su experiencia en el
Barrio Rojo y luego en uno de los múltiples
coffee shops, donde se puede comprar y fumar marihuana de muchos países del mundo. También se puede ingerir en diversas presentaciones, como los brownies de chocolate.
Al final del post El Editor cita una entrevista, realizada al ahora Vicepresidente Francisco Santos, en su primera visita a Amsterdam, en el año 1997 y publicada en la revista Vrij Nederland.
La entrevista gira alrededor del tema del secuestro y fue hecha a propósito del libro "Noticia de un Secuestro" de Gabriel García Márquez.
Pachito relata su experiente durante los días de su secuestro y los motivos que lo llevaron a crear la fundación "País Libre". Visita junto con la periodista, Petra de Koning, un coffee shop, donde compra marihuana de origen holandés, y se fuma un sabroso bareto mientras rememora que después de su secuestro celebró su liberación con unos amigos fumando mucha bareta.
PACHITO SANTOS, BARETO EN MANO, CON LA TRABA EN LOS OJOS, PENSATIVO, AL MEJOR ESTILO DEL PROFETA BOB MARLEY
FUENTE:
Recientemente, por los días de las elecciones, éste tema se ventiló. En algunos foros hubo discusiones interesantes, como
en éste foro de la W FM, donde hasta un comentarista afirma compartir jíbaro con
Pachito.
Recordé la polémica de Pachito Santos y su primo Enrique Santos con el periodista Darío Arizmendi, en los tiempos de Samper.
Arismendi los acusó de ser periqueros consumados. Ellos no lo negaron y muchos salieron en defensa de los primos acusando a Arismendi de ventilar en público asuntos privados. En esta polémica también estuvo involucrado el periodista Antonio Caballero, también señalado por Arismendi debido a su afición por la bareta y la perica, la cual Caballero nunca ha ocultado.
A raíz de esto, en aquellos tiempos, surgió en mí una gran simpatía por los primos Santos y empecé a leer sus columnas con interés. A Caballero lo admiraba y leía con fervor mucho tiempo antes. Hoy en día esa simpatía por los Santos ha desaparecido, por venderse a los corruptos, por poner la información al servicio del bolsillo de su familia, por promover la autocensura y la ausencia de análisis, por hacer de "El Tiempo" un periódico de mentiras, un pasquín que no se merece ser llamado "El Primer Diario de Colombia". Este sentimiento nació cuando tuve en mis manos un ejemplar de un tremendo periódico como "El País", de España, y me dí cuenta que simplemente "El Tiempo" es un adefesio.
Y eso que Pachito, después del secuestro, estuvo trabajando en "El País", pero parece que no aprendió nada, como tampoco de su experiencia del secuestro. Sólo hay que ver la sección cultural del El Tiempo para poder apreciar la medida de su mediocridad.
Yo me pregunto: ¿Que pasó Pachito? ¿Dejaste la marihuana y su trascendente iluminación?
¿Olvidaste las enseñanzas de la hierba de la sabiduría, que has terminado siendo el escudero de quien ayudó y se lucró del hombre que ordenó tu secuestro, Pablo Escobar?
¿Olvidaste que tu papi Hernando Santos puso a todo un país a rogar por tu liberación?. ¿Olvidaste que tuvimos que soportar letanías interminables acerca de tí y tu foto cotidiana antes de cada emisión de los noticieros?
Cuando afirmas que por el secuestro no se debe pagar nada, cuando te opones radicalmente al intercambio humanitario que permita la liberación de los soldados y policías secuestrados por las FARC, muchos de los cuales ya cumplen casi diez años en cautiverio:
¿Has olvidado que la cárcel de La Catedral, y que el país se pusiera de rodillas ante un criminal como Escobar, fue el precio que Colombia tuvo que pagar por tu liberación?
Según tu lógica, si hubiese existido la fundación "País Libre" en los días de tu secuestro, tu liberación jamás se hubiera producido.
¿Han olvidado los colombianos que para liberar al hermano del expresidente César Gaviria se llegó a recurrir a Fidel Castro y
se permitió que el autor intelectual del secuestro, "Bochica", pusiera las condiciones para la entrega?
En Colombia hay ciudadanos de primera: la élite política y económica y sus familias, y hay ciudadanos de segunda: el resto de los colombianos.
Si un hermano de Uribe, o alguien de la familia Santos, o de los bandidos que nos gobiernan, estuviera secuestrado por la guerrilla el intercambio humanitario no se haría esperar. Pero como los secuestrados son gente humilde y jodida, pues nada, que se pudran mientras los Generales de Ejército, institución corrupta y degradada, mantienen su farsa.
¿Que pasó Pachito? ¿Dejaste la bareta? ¿Y el perico? ¿También lo dejaste? ¿Aún te bajas lo pantalones borracho y trabado?
¿Que pasa Colombia?, ¿que pasa colombianos? ¿Porque no reaccionamos?