PERMISO QUE LLEGO VAN VAN
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El grupo Los Van Van fue fundado el 4 de diciembre de 1969 por el bajista Juan Formell, exmiembro de uno de los grandes, legendarios y revolucionarios grupos de la música cubana, la Orquesta Revé. Los Van Van desde el principio fue un grupo que renovó la música cubana, la música antillana y la música en general, a un punto que aún hoy en día su música sigue siendo vanguardia, de un nivel sin precedentes.
Su nombre tiene que ver con uno de los momentos más difíciles de la Revolución Cubana: la famosa zafra de los 10 millones de toneladas de azúcar, que el gobierno revolucionario se propuso producir para la recuperación económica de la isla. Entonces cada día en la radio se anunciaba: "Y van, van, van ocho millones, y van, van, van, ocho millones cien, y van, van, van....". La meta no se logró y fue un duro golpe para la revolución, que empezaba a vivir sus tiempos conflictivos. Pero fue fenomenal para la música ya que así se llamó la que es hoy la mejor orquesta de salsa, y pienso, la mejor orquesta de música, del mundo.
La primera vez que escuché a Los Van Van fue en un especial de salsa en Javeriana Estéreo. Recuerdo que puse la emisora y sonaba una música increíble, me pregunté: ¿qué es eso?... ¿que es esa descarga tan impresionante? ... ¿una batería en un grupo de salsa?... pues la batería parecía, por la intensidad de sonidos de la percusión, de un grupo de rock. Pero no, era un ritmo más complejo, mucho más complejo, rápido como el rock, pero más rítmico. Luego vino lo demás: la descarga de piano y ... ¿sintetizador? ... si, en efecto, piano y sintetizador al mismo tiempo, no, algo más, piano, órgano y sintetizador... y violines, trompetas, trombón y flautas, y además bajo eléctrico. Un ritmo brutal, enloquecedor, embrujó mi cuerpo para siempre.
Antes debo aclarar que, como se dice en Brasil, he curtido todos los ritmos musicales. Fuí roquero consumado, consumado y fanático. Fuí a muchos de los grandes conciertos que se han hecho en Bogotá, desde luego, como al de Guns Roses, Santana, Soda Stereo, Mano Negra, etc. Como al personaje de la novela "Que Viva la Música" del escritor Andrés Caicedo (novela que recomiendo enormemente), pasé del rock a la salsa cuando escuché la música de Ricardo Rey y Bobby Cruz. Una música suprema, desde luego (para el que no sepa quiénes son, el grupo de Richi Rey y Bobby Cruz es como el Led Zeppelin de la salsa). Pero rápidamente me dí cuenta que la salsa, después de Richi Rey, había muerto, pues Richi Rey había hecho su gran música en los años setentas y la salsa contemporánea era una porquería.
Y claro, volví al rock cuando apareció Nirvana. Nirvana también era un grupo del otro mundo, vanguadista, super musical y además profundo. Luego de Nirvana, cuando se mató Kurt Cobain, se acabó el rock, ya que vinieron esperpentos lángidos de lo que fue Nirvana, como Pearl Jam y Smashing Pumpinks, Oasis y demás grupitos avalados por el éxito de la moda y nada más. Claro está U2, por supuesto y por fortuna, pero ellos son legendarios.
El rock es una música poderosa y contagiante, y lo vivo al máximo, siento al máximo su desmesura, su desenfreno, su invitación a la rebeldía. Pero nada de eso se compara con lo que sentí cuando escuché a Los Van Van.
L
a música de Los Van Van es brujería pura, brujería yoruba en toda su plenitud, brujería caribeña de las profundidades mágicas africanas. Su música siempre va de abajo hacia arriba, terminando siempre en la desmesura total, en la descarga plena. Los Van Van en los setenta hicieron temas memorables como "El baile del buey cansao", a finales de los setenta vino la gran explosión de su música con temas como "Eso que anda" y en los ochentas llegó su consagración con temas como "Aquí el que baila gana" y la famosísima "Sandunguera". En Cuba eran la sensación y ya se hablaba de Los Van Van como el gran grupo de la música cubana. Juan Formell, su fundador y director, había creado un ritmo propio: el songo, un nuevo compás, híbrido del guaguancó, el bugaloo y el rock. Eso lo hizo a mediados de los setenta. Sólo hasta ahora, 2005 he escuchado DJs que se dieron cuenta de la similitud de tiempos que hay entre el rock, el tecno, el bogaloo y el guaguancó. DJs que hablan de eso como el gran descubrimiento cuando eso lo hizo Juan Formell hace 25 años.
A finales de los ochenta los Van Van eran la gran orquesta de Cuba, un país que ha producido músicos como Beny More, Silvio Rodríguez y demás, y que lo mejor que produce es música, pues ya se nombraba a los Van Van como lo más grande de su música. Sin embargo fuera de Cuba eran poco conocidos, tan sólo por los amantes de la salsa que buscaban ritmos diferentes al puertoriqueño.
Su destape internacional llegó a finales de los ochenta y comienzos de los noventa con canciones como el famoso "Disco Azúcar" o "Voy a publicar tu foto en la prensa". Ustedes dirán: pero si esa música nunca la he escuchado. Es verdad: aquí estamos anclados en los años setentas de la salsa y en las porquerías romanticonas de pertardos como Victor Manuel, Rey Ruiz, Gilberto Santarrosa y demás. Petardos que se tuvieron que hincar de rodillas en el año 1997 cuando la Fania le hizo un homenaje a Los Van Van. No se escuchan aquí, claro, por la censura que tiene que ver con temas políticos y por la mediocridad de los djs de las emisoras y por la presión de las disqueras, y también por la ceguera de la Revolución Cubana que no quiere aprovechar el potencial musical de Cuba.
Son los líos políticos los que han impedido que Los Van Van lleguen al mundo entero: están vetados en USA, tienen gran cantidad de problemas cada vez que se presentan allí, y sobre todo están vetados por los grandes promotores de la música salsa del mundo, que son cubanos que viven en USA y son opositores de la revolución cubana y como Juan Formell, a pesar de toda la fama y el dinero que tiene, no ha abjurado de la revolución Cubana, pues lo tienen vetado. Mucho mejor, no me quiero imaginar que pasaría si los Van Van caen en manos de Emilio Estefan, por ejemplo.

Juan Formell decía que en su adolescencia escuchaba Los Beatles, a pesar de que estaban prohibidos en la isla, durante los primeros años de la Revolución. Que la música de los Beatles superaba cualquier diferencia política. De allí viene su contrapunto rockero. Lo demás: el sonido mas embrujador creado por ese genio de la música que es Formell. El camino musical señalado por los Van Van se abrió paso creando algo nuevo que hoy es su sonido único y vanguardista y que contribuyó a la aparición posterior de ritmos también impresionantes como la timba.
El que no baile con los Van Van se muere, dicen, en su brujería yoruba, los cubanos. Eso sabía el día que me fuí hasta Cali, en la Feria de Cali del año 97 a verlos en el Teatro "Los Cristales". Esa noche se presentaron junto con el grupo Niche. Que rumbón tan impresionante. Impresionante. Eso lo sabía mejor cuando se presentaron, en septiembre del 99 en Bogotá. Eran tiempos bien difíciles. Esa noche se presentó César Mora, que tiene un buen grupo. Habían asesinado a Jaime Garzón un mes antes, que tristeza. Esa vaina, el asesinato de Jaime, me dio duro, me cambió la vida, me replanteó y la forma de ver la vida y a mi país y a mi gente, a mi generación. Yo andaba en una confusión enorme y no sabía que camino emprender también por mis líos amorosos. Asi que el concierto de los Van Van fue un gran alivio. Los dioses yoruba esa noche me señalaron el camino y trajeron a mi vida a una personita muy importante: Aline. Claro, la magia musical de los Van Van era la respuesta, ellos a través de sus cantos me trajeron las bendiciones de los dioses y la claridad. Yo, a través del baile, les agradecí.
SOY TODO
LOS VAN VAN
L
a rumba estuvo buenísima, fue una descarga impresionante. Antes del concierto pensaba: "increíble tener de nuevo a Los Van Van aquí en Bogotá". Cantaron los discos del álbum que un año después les daría el premio Grammy: "Permiso que llegó Van Van". Antes del concierto los músicos salieron y estuvieron entre el público. Como siempre, el que más llamó la atención fue Pedrito Calvo, un negro gigante, con un bigote enorme, que enloquece a las mujeres. El concierto duró unas tres horas. Buenísimo, excelente, soberbio, la gente bailó hasta la locura, pero cómo no, con ese ritmo. ¿Lo sienten?. Fue impresionante, había gente bailando a lo cubano, como se debe, moviendo todo el cuerpo sin parar, moviendo la cintura y la cadera. El baile cubano se llama "Casino". Bailar casino es lo máximo. Los cubanos, así como en la música son lo mejor, en el baile no se quedan atrás. En Cuba bailan la salsa de una forma increíble, también muy lejos de cualquier forma de bailar salsa.
Hace tres años Los Van Van pasaron por un remezón, se retiraron del grupo dos pilares que habían acompañado a Formell por treinta años: Pedrito Calvo, el cantante e insignia del grupo, y Cesar Pedrozo, Pupy, pianista virtuoso que fue el contrapunto y gran socio de Formell, gran responsable también de la creación del songo.
El primer disco luego de la separación incluía una novedad: por primera vez había una mujer en el grupo. En Cuba se decía que ella había sido la causa del retiro de Pedrito y Pupy. El disco era bueno pero se notaba que faltaba un poco de acoplamiento. Ahora han sacado su último trabajo: "Chapeando", un disco excelente. De nuevo Formell lleva mas lejos su nivel, el cual está años luz de la salsa que suena en las emisoras comerciales colombianas y lejos de la salsa que se hace en Puerto Rico y lejos de mucha música que se escucha por ahí.
La canción que han escuchado, se llama "Permiso que llegó Van Van", tema que es brujería yoruba total, ¿cierto?. La canción anterior es "Soy Todo", un canto yoruba de agradecimiento a Orula, poderoso orisha que rige la regla de Ifá, en la santería cubana. Escúchenla para que reciban amparo. La canción de abajo es "Chapeando", tema de su último álbum. Y la canción que está en la sección "Canción Subterránea", es "Quiéreme", con un ritmo impresionante. ¿Les gusta?.
Los invito a que bajen las canciones, las pongan a buen volumen, y sientan esta música en su cuerpo, bailen, se muevan, sonrían y alegren su día. Los Van Van son pura descarga y desmesura. Recuerden que el que baila y el que canta su mal espanta. Y claro, como dicen los Van Van, aquí el que baila gana.
Entonces, como un homenaje (y agradecimiento) a Los Van Van, que aquella noche de 1999 trajeron los mensajes de los dioses que me mostraron los caminos del mundo ... y para los que no conocían este grupo:
LES PRESENTO A LA MEJOR ORQUESTA DEL MUNDO: JUAN FORMELL Y LOS VAN VAN.
CHAPEANDO
LOS VAN VAN
Su nombre tiene que ver con uno de los momentos más difíciles de la Revolución Cubana: la famosa zafra de los 10 millones de toneladas de azúcar, que el gobierno revolucionario se propuso producir para la recuperación económica de la isla. Entonces cada día en la radio se anunciaba: "Y van, van, van ocho millones, y van, van, van, ocho millones cien, y van, van, van....". La meta no se logró y fue un duro golpe para la revolución, que empezaba a vivir sus tiempos conflictivos. Pero fue fenomenal para la música ya que así se llamó la que es hoy la mejor orquesta de salsa, y pienso, la mejor orquesta de música, del mundo.
La primera vez que escuché a Los Van Van fue en un especial de salsa en Javeriana Estéreo. Recuerdo que puse la emisora y sonaba una música increíble, me pregunté: ¿qué es eso?... ¿que es esa descarga tan impresionante? ... ¿una batería en un grupo de salsa?... pues la batería parecía, por la intensidad de sonidos de la percusión, de un grupo de rock. Pero no, era un ritmo más complejo, mucho más complejo, rápido como el rock, pero más rítmico. Luego vino lo demás: la descarga de piano y ... ¿sintetizador? ... si, en efecto, piano y sintetizador al mismo tiempo, no, algo más, piano, órgano y sintetizador... y violines, trompetas, trombón y flautas, y además bajo eléctrico. Un ritmo brutal, enloquecedor, embrujó mi cuerpo para siempre.
Antes debo aclarar que, como se dice en Brasil, he curtido todos los ritmos musicales. Fuí roquero consumado, consumado y fanático. Fuí a muchos de los grandes conciertos que se han hecho en Bogotá, desde luego, como al de Guns Roses, Santana, Soda Stereo, Mano Negra, etc. Como al personaje de la novela "Que Viva la Música" del escritor Andrés Caicedo (novela que recomiendo enormemente), pasé del rock a la salsa cuando escuché la música de Ricardo Rey y Bobby Cruz. Una música suprema, desde luego (para el que no sepa quiénes son, el grupo de Richi Rey y Bobby Cruz es como el Led Zeppelin de la salsa). Pero rápidamente me dí cuenta que la salsa, después de Richi Rey, había muerto, pues Richi Rey había hecho su gran música en los años setentas y la salsa contemporánea era una porquería.
Y claro, volví al rock cuando apareció Nirvana. Nirvana también era un grupo del otro mundo, vanguadista, super musical y además profundo. Luego de Nirvana, cuando se mató Kurt Cobain, se acabó el rock, ya que vinieron esperpentos lángidos de lo que fue Nirvana, como Pearl Jam y Smashing Pumpinks, Oasis y demás grupitos avalados por el éxito de la moda y nada más. Claro está U2, por supuesto y por fortuna, pero ellos son legendarios.
El rock es una música poderosa y contagiante, y lo vivo al máximo, siento al máximo su desmesura, su desenfreno, su invitación a la rebeldía. Pero nada de eso se compara con lo que sentí cuando escuché a Los Van Van.
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A finales de los ochenta los Van Van eran la gran orquesta de Cuba, un país que ha producido músicos como Beny More, Silvio Rodríguez y demás, y que lo mejor que produce es música, pues ya se nombraba a los Van Van como lo más grande de su música. Sin embargo fuera de Cuba eran poco conocidos, tan sólo por los amantes de la salsa que buscaban ritmos diferentes al puertoriqueño.
Su destape internacional llegó a finales de los ochenta y comienzos de los noventa con canciones como el famoso "Disco Azúcar" o "Voy a publicar tu foto en la prensa". Ustedes dirán: pero si esa música nunca la he escuchado. Es verdad: aquí estamos anclados en los años setentas de la salsa y en las porquerías romanticonas de pertardos como Victor Manuel, Rey Ruiz, Gilberto Santarrosa y demás. Petardos que se tuvieron que hincar de rodillas en el año 1997 cuando la Fania le hizo un homenaje a Los Van Van. No se escuchan aquí, claro, por la censura que tiene que ver con temas políticos y por la mediocridad de los djs de las emisoras y por la presión de las disqueras, y también por la ceguera de la Revolución Cubana que no quiere aprovechar el potencial musical de Cuba.
Son los líos políticos los que han impedido que Los Van Van lleguen al mundo entero: están vetados en USA, tienen gran cantidad de problemas cada vez que se presentan allí, y sobre todo están vetados por los grandes promotores de la música salsa del mundo, que son cubanos que viven en USA y son opositores de la revolución cubana y como Juan Formell, a pesar de toda la fama y el dinero que tiene, no ha abjurado de la revolución Cubana, pues lo tienen vetado. Mucho mejor, no me quiero imaginar que pasaría si los Van Van caen en manos de Emilio Estefan, por ejemplo.

Juan Formell decía que en su adolescencia escuchaba Los Beatles, a pesar de que estaban prohibidos en la isla, durante los primeros años de la Revolución. Que la música de los Beatles superaba cualquier diferencia política. De allí viene su contrapunto rockero. Lo demás: el sonido mas embrujador creado por ese genio de la música que es Formell. El camino musical señalado por los Van Van se abrió paso creando algo nuevo que hoy es su sonido único y vanguardista y que contribuyó a la aparición posterior de ritmos también impresionantes como la timba.
El que no baile con los Van Van se muere, dicen, en su brujería yoruba, los cubanos. Eso sabía el día que me fuí hasta Cali, en la Feria de Cali del año 97 a verlos en el Teatro "Los Cristales". Esa noche se presentaron junto con el grupo Niche. Que rumbón tan impresionante. Impresionante. Eso lo sabía mejor cuando se presentaron, en septiembre del 99 en Bogotá. Eran tiempos bien difíciles. Esa noche se presentó César Mora, que tiene un buen grupo. Habían asesinado a Jaime Garzón un mes antes, que tristeza. Esa vaina, el asesinato de Jaime, me dio duro, me cambió la vida, me replanteó y la forma de ver la vida y a mi país y a mi gente, a mi generación. Yo andaba en una confusión enorme y no sabía que camino emprender también por mis líos amorosos. Asi que el concierto de los Van Van fue un gran alivio. Los dioses yoruba esa noche me señalaron el camino y trajeron a mi vida a una personita muy importante: Aline. Claro, la magia musical de los Van Van era la respuesta, ellos a través de sus cantos me trajeron las bendiciones de los dioses y la claridad. Yo, a través del baile, les agradecí.
SOY TODO
LOS VAN VAN
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Hace tres años Los Van Van pasaron por un remezón, se retiraron del grupo dos pilares que habían acompañado a Formell por treinta años: Pedrito Calvo, el cantante e insignia del grupo, y Cesar Pedrozo, Pupy, pianista virtuoso que fue el contrapunto y gran socio de Formell, gran responsable también de la creación del songo.
El primer disco luego de la separación incluía una novedad: por primera vez había una mujer en el grupo. En Cuba se decía que ella había sido la causa del retiro de Pedrito y Pupy. El disco era bueno pero se notaba que faltaba un poco de acoplamiento. Ahora han sacado su último trabajo: "Chapeando", un disco excelente. De nuevo Formell lleva mas lejos su nivel, el cual está años luz de la salsa que suena en las emisoras comerciales colombianas y lejos de la salsa que se hace en Puerto Rico y lejos de mucha música que se escucha por ahí.
La canción que han escuchado, se llama "Permiso que llegó Van Van", tema que es brujería yoruba total, ¿cierto?. La canción anterior es "Soy Todo", un canto yoruba de agradecimiento a Orula, poderoso orisha que rige la regla de Ifá, en la santería cubana. Escúchenla para que reciban amparo. La canción de abajo es "Chapeando", tema de su último álbum. Y la canción que está en la sección "Canción Subterránea", es "Quiéreme", con un ritmo impresionante. ¿Les gusta?.
Los invito a que bajen las canciones, las pongan a buen volumen, y sientan esta música en su cuerpo, bailen, se muevan, sonrían y alegren su día. Los Van Van son pura descarga y desmesura. Recuerden que el que baila y el que canta su mal espanta. Y claro, como dicen los Van Van, aquí el que baila gana.
Entonces, como un homenaje (y agradecimiento) a Los Van Van, que aquella noche de 1999 trajeron los mensajes de los dioses que me mostraron los caminos del mundo ... y para los que no conocían este grupo:
LES PRESENTO A LA MEJOR ORQUESTA DEL MUNDO: JUAN FORMELL Y LOS VAN VAN.
CHAPEANDO
LOS VAN VAN