Relato del abuelo:
"Ya sabíamos que cuando se iba la policía eso era que se venía la pajaramenta. Así habían hecho en los otros pueblos. Venían limpiando todo de liberales por el norte del Valle. Limpiando a machete mijo. Que desgraciados.
Mi hermano Julio llegó al pueblo, sin mujer, sin hijos, lo dejó todo tirado puallá, llegó a avisarnos que había que salir, que la pajaramenta se acercaba. Levantamos todo. Su agüela y yo ya teníamos cuatro chinos. Su papá ya tenía nueve años. Su agüela estaba barrigona de su tío Miguel. Julio estuvo con nosotros unos días hasta que le avisaron que la Rosa ya iba por Puerto Salgar.
Todos cogimos pallá, menos mi hermano Lucinio. Ese se quedó. El Lucinio tenía ya su güena finca, sus reses, gallinas, marranitos, estaba bien plantao. Por eso no se quiso ir. Nos juimos todos, nos llevamos a los mayores también. Todos nos juimos menos el Lucinio. Ya cuando estábamos llegando a Puerto Salgar nos llegó el cuento de que habían entrado los pájaros y habían matado mucha gente. Lo lloramos muchos días. Jue la única vez que ví llorar a mi papá.
Eso nos contaban que la cosa jue sangrienta. A los hombres les abrían la garganta así, con un corte así, de pa abajo, y puahí por el güeco de la rajadura del güargüero les sacaban la lengua que les quedaba colgando como una corbata. A las mujeres les abrían la barriga y les sacaban las tripas, la matriz, les sacaban todo. Si estaban barrigonas les sacaban el chino, así sin acabar de formar, y les ponían una gallina en la barriga, la mujer todavía viva se veía con la gallina en las entrañas. A los hombres también les quitaban las güevas, el miembro, "pa que no nazcan mas liberales" decían.
Todos creímos que al Lucinio lo habían matado. Años después, ya cuando Rojas Pinilla, el Julio volvió puallá, a ver que había pasado con sus bienes. Se encontró la casa que había sido de él, ahora en propiedad de la mujer del cura. Y eso como la pajaramenta había quemado la notaría no tenía escrituras. A los vecinos, que eran liberales, también los habían matado, o se habían ido. Ya había otra gente en el pueblo. El Julio se alebrestó y jue a reclamarle al cura, que cuando lo vió le sacó machete y lo amenazó con echarle a la policía. Eso ya el pueblo era puro conservador.
Lo único güeno que sacó del viaje jue que alguien le dijo que el Lucinio estaba vivo. El Lucinio, la mujer y los hijos. Así que el viaje del Julio sirvió al final pa eso, pa encontrar al Lucinio. Julio le dejó la razón, que se apareciera por Puerto Boyacá, que así ya se llamaba el pueblo, que por ahí era donde andábamos toda la familia. Que alegría que nos dió la noticia cuando el Julio volvió.
A los meses se apareció el Lucinio. Llegó garlando como un loro mojao todo lo vivido porque salió escapao cuando llegaron los pájaros conservadores y cogió pal otro lado, puallá por Chaparral donde había harto liberal, que estaban bien organizados, con machetes y todo lo que se pudiera, pa enfrentar a los godos. Allá les dieron duro a los godos, que no pudieron entrar. Muy liberales son por allá. Allá Lucinio abrió monte y tuvo su finquita y jue por allá donde le llegaban con esos cuentos, con los cuentos de dizque donde andaba el Tirofijo, que era liberal, gaitanista como todos los liberales en esos años, que andaba por allá, ya era célebre por darse bala con la policía conservadora, con los godos, con el ejército luego de la amnistía de Rojas Pinilla.
Así jue mijo la vaina, cuando mataron a Gaitán. Todos éramos liberales, liberales gaitanistas mijo. Por eso los godos a todos nos querían matar, pa quedarse ellos solos con todo. Pero no pudieron mijo porque los liberales somos progresistas y siempre habrá liberales mijo, siempre habrá mas liberales que godos, que se están acabando, que se están muriendo de viejos.
Así jue mijo la vaina, cuando mataron a Gaitán."
LIMINAR
Colombia, mierdero de país, país de mierda, país desgraciado, país de desgraciados, país de hijos de puta. Un sector de la sociedad colombiana no tiene reparos en olvidar a sus soldados en manos de la guerrilla, soldados que estaban defendiendo la constitución y la libertad. Ese sector de la sociedad que no envía a sus hijos a prestar servicio militar, porque el servicio militar lo presta la gente pobre y jodida de Colombia.
¿Prestó Alvaro Uribe Vélez el servicio militar?. No. ¿Han prestado Tomás y Jerónimo Uribe el servicio militar?. No. ¿El hijo del expresidente César Gaviria, Simón Gaviria (un pobre imbécil, lo sabrán bien quienes han visto el patetismo de sus intervenciones) prestó servicio militar?. No. ¿Prestó servicio militar el hijo de Andrés Pastrana?. No. ¿Presto servicio militar el Ministro de Agricultura (ese otro imbécil, sinvergüenza, descarado, hampón de tierras, mediocre, etc.) Andres Arias?. No.
Así de larga sería la lista de nuestra nefasta y decadente élite política, económica, empresarial, que jamás ha enviado a sus hijos a prestar el servicio militar "porque los mata o los secuestra la guerrilla, o los narcos". "Sí, mejor que vayan los pobres y jodidos, que pongan la vida por nosotros, que si los secuestran los dejaremos pudrir en la selva, porque a nadie les importa, salvo a sus familias, la chusma de éste país". Eso piensan nuestros gobernantes, nuestra élite, ese mismo grupito de familias dueñas de todo, por las buenas o las malas, que hace sesenta años Jorge Eliécer Gaitán denominaba "la oligarquía".
Porque pocas cosas han cambiado en nuestra dirigencia nacional desde los días de Gaitán. Prácticamente siguen gobernando los mismos con las mismas, las entidades del estado siguen en manos de los mismos apellidos, que se regeneran década tras década: los Santos, los Gómez, los Lleras, los López, los Turbay, los Mendoza, los Pastrana de hoy son hijos o nietos de los "prohombres" de aquellos años de Gaitán, de idénticos apellidos. Clase dirigente que Gaitán pretendía cambiar, renovar.
Hijos de la clase dirigente, conservadora y liberal, que planeó, negoció y ejecutó el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán hace sesenta años, y que causó el Bogotazo. Asesinato que fue el chispazo que encendió la mecha de la violencia, que se prolonga hasta hoy, sesenta años después, bajo las lamentables siglas FARC. Sí, fue la clase dirigente colombiana, sus crímenes en manos de los militares, policías, pájaros y chulavitas, la que dió origen a ese terror que tanto los atemoriza en sus fincas: la guerrilla. Y próximanente vendrá otro: los paramilitares, que ellos también han creado.
TESTIMONIOS DE LOS GAITANISTAS
Nota: La información que a continuación se transcribe está basada en testimonios de liberales gaitanistas de Bogotá, del Barrio Ricaurte, y de diversos pueblos de Colombia, de la región del Magdalena Medio, Tolima, Huila y Valle del Cauca, recopilados durante años de escuchas y conversaciones. Ellos, los viejos gaitanistas, son los responsables de éstos testimonios que sólo rememoraban entre ellos, en sus interminables charlas a punta de cerveza, tinto, tejo y tristeza. Cuando les comenté que ésto había que darlo a conocer me advirtieron: "si va a escribir un libro con ésto que le contamos tiene que esperar a que ya no estemos vivos, porque si no nos matan".
A ellos, a los viejos liberales gaitanistas va dedicada ésta entrada, para que sepan allá en el más allá, donde estén, que lo que sabían, que lo que tuvieron que callar durante toda su vida por miedo a que los mataran, que sus palabras no se quedarían en el olvido, que sus palabras llegarían a las nuevas generaciones para que algún día los colombianos sepan quienes fueron los asesinos de Gaitán.
EL ASESINATO DE JORGE ELIECER GAITAN
TODOS CONTRA GAITAN
TODOS CONTRA GAITAN
Don Antonio:
"Ya por los días en que Gaitán había denunciado el escándalo de la Handel y los chanchullos de Alfonso López Michelsen, hijo de López Pumarejo, y que le costó la presidencia a su padre, el columnista del períodico El Tiempo, "Calibán", Enrique Santos Montejo, en su columna "La Danza de las Horas" empezó a arremeter contra el Doctor Gaitán, presentándolo como un peligro para el partido liberal, y sugiriendo de una forma indirecta pero muy clara, la necesidad de su eliminación física.
Vaya y busque el períodico de aquellos años y lo verá joven. Busque y lea las columnas de Calibán. El Jefe sabía que, entre los liberales, sus grandes enemigos era los hermanos Santos y los primos Lleras, desde siempre. Sabía que ellos le habían torcido el camino a López Pumarejo. Y tuvieron con que hacerlo, pues con lo que pasó con la expropiación de los bienes de los alemanes, por lo de la Segunda Guerra Mundial, y la repartiña que hicieron con eso, precisamente bajo el gobierno de Eduardo Santos, los bandos quedaron definidos: todos contra el doctor Gaitán.
La repatiña no fue sólo liberal, fue con los conservadores también, pues al final todos terminaron siendo compinches. Ahí fue cuando el Jefe arremetió con más fuerza en los Viernes Culturales del Teatro Municipal contra lo que llamaba "los oligarcas", que no eran mas que las vacas sagradas del conservatismo y del liberalismo. Arremetía contra los oligarcas y lo explicaba claritico a la gente con su explicación del "país político" y el "país nacional"."
LOS ORIGENES
Don Bermúdez:
"Todo empieza con la pérdida de la Guerra de los Mil Días por parte de los liberales radicales. O mejor dicho, los verdaderos liberales, porque esos que estaban con Rafael Núñez fueron los que se torcieron, se vendieron y se subieron al tren de la victoria con los godos. Fueron los verdaderos liberales los que perdieron. Los liberales que perdieron, de los que habla García Márquez, liberales como el Coronel Aureliano Buendía, como el Coronel que no tiene quien le escriba, al que no le llegaba la pensión por ser veterano de guerra. ¿Ha leído esos libros joven?. ¿No?. Tiene que leerlos. ¿Cuantos años tiene usted joven?. Pues le está cogiendo la noche para leer esos libros de García Márquez.
Esos liberales, los liberales de verdad fueron los que perdieron la guerra. Y juimos perdedores hasta que apareció el dotor Gaitán, indio y negro como nosotros, con ese vozarrón que tronaba en la radio, porque en aquellos años no había televisión joven, sólo había radio, con ese vozarrón que no tenía competidor, a contarnos lo que había hecho el Ejército en el Magdalena, a contarnos de la matanza de las bananeras, a contarnos que el Ejército de Colombia disparaba contra el pueblo para defender las empresas yanquis. Y así jue joven, jue el dotor Gaitán el que encendió la mecha liberal para que ganáramos las elecciones en el 30 con Olaya Herrera."
SENTIMIENTO LIBERAL
Don Vidal:
"Liberal era el que sabía hacer algo y no tenía que rendirle cuentas a un señor, al señor de la tierras. Nos hicimos liberales porque trabajábamos la tierra y la tierra debe ser pa el que la trabaja, porque vendíamos y comprábamos y creíamos en Dios pero no en los curas. El liberal se casaba o arrejuntaba con la mujer que queria no con la que le tocaba. Así somos los liberales. Los gobiernos liberales de Olaya Herrera, de López Pumarejo sacaron del atraso al que nos querían obligar los godos y los curas."
EL GAITANISMO
Don Vidal:
"En Bogotá estábamos muy organizados. En cada barrio había organizado un comité. Se hacían reuniones, mítines en los que se hablaba de lo que decía el Jefe en los Viernes Culturales del Municipal. El Jefe nos decía muchas verdades a los liberales, porque había mucho liberal que decía que era liberal pero no sabía que era la política. El Jefe nos abrio los ojos, nos contaba muchas verdades. Con lo que le hicieron para las elecciones del 46 nos dió mucha rabia, ahí jue cuando se empezó a decir que no éramos liberales sino liberales gaitanistas y luego sólo gaitanistas. Para las elecciones del 46 Eduardo Santos no apoyó al Jefe, ni tampoco los primos Lleras, López hijo tampoco, que lo iba a apoyar si jue el Jefe el que denunció lo de la Handel. Apoyaron a Turbay que nadie lo conocía."
Don Nolasco:
"El viejo Eduardo Santos era de la derecha liberal, que mas parecía godo que liberal. Santos y los primos Lleras, pura derecha liberal, mejor dicho eran godos. El jefe decía que esos eran compinches de los godos, que se daban la mano en los clubes y se repartían el país mientras el pueblo se moría de hambre. El viejo Santos jue el que metió a los gringos en todo, que ya estaban bien metidos robándose el petróleo. Jue el que acabó con la reforma agraria de López Pumarejo, que jue un gran liberal. López Pumarejo y el Jefe, los mas grandes liberales que ha dado el partido. López Pumarejo hizo la reforma agraria, organizó los sindicatos, la Universidad Nacional, trajo ingenieros, médicos, arquitectos de europa, pa enseñar en la Nacional, hizo mucho por el pueblo liberal y Santos y los Lleras lo acusaron de comunista, de izquierdoso. Eso nadie lo entiende pues Santos y los Lleras se decían liberales.
Ya en el gobierno de Santos los dueños de las tierras empezaron a perseguir a los campesinos liberales en el campo, los que reclamaban la tierra que les había dado López Pumarejo. Mataban campesino liberales que reclamaban la tierra y decían que eran comunistas, ya se hablaba de eso. Ahí jue cuando la gente empezó a venirse pa Bogotá. Por eso todos volvimos a votar por López Pumarejo en el 42, pero ya era otro, ya no era el López del 36. Se decía que ya lo habían templado entre los Lleras y los Santos."
Don Rojas:
"En los períodicos de Bogotá le daban duro al Jefe, El Tiempo, El Espectador, le daban duro a Gaitán, hablaban de la chusma, no les gustaba Gaitán, por eso al Jefe le toco fundar su períodico, "Jornada", que todos leíamos. En los comités se empezó a enseñar a leer a los viejos para que leyeran "Jornada". Ya nadie leía El Tiempo ni el Espectador, leíamos "Jornada", que tenía a los mejores escritores y periodistas."
Entrada en construcción. Continuará.
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