Adsense

jueves, agosto 20, 2009

Uribe, el mentiroso: ¿Vuelve a las armas América Latina contra el imperio Yanqui?

Las desiciones de Obama infelizmente conducirán su gobierno a una gran decepción. ¿Que le pasa a Obama?. El narco masacrador Uribe caerá y con creces.

Reporte del artículo publicado en el periódico español "Público".


Uribe consigue en Colombia lo que echó a Zelaya de Honduras

Tomado de: Público

El Senado acepta comenzar los trámites para una reforma constitucional que consienta la reelección del presidente colombiano
El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, ha logrado a la primera lo que tanto Evo Morales, Hugo Chávez y el depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, intentaron en su momento sin tanto éxito, sobre todo el último.

El Senado colombiano aprobó este jueves la convocatoria de un referéndum en el que se vote si Uribe puede volver a ser elegido o no para un tercer mandato.

El proceso no está terminado. La Cámara de Representantes debería aprobarlo primero para convertir esta propuesta en ley y después los colombianos deberán decidir en las urnas si se modifica o no la Constitución.

Uribe no ha encontrado ni mucho menos la oposición que tuvo Zelaya. El Partido Liberal y el Polo Democrático de izquierdas se retiraron de la sala en señal de protesta por lo que se llama reelección pero que tal y como se calificó en el caso de los otros presidentes no es más que un intento de perpetuarse en el poder.
Acoso y derribo a Zelaya

El caso es distinto al de Honduras por varios motivos. La campaña contra el hondureño venía de lejos. La oligarquía del país no vio con buenos ojos el flirteo de Zelaya, de familia adinerada, con Venezuela, Ecuador y Bolivia. Honduras fue recibido con los brazos abiertos en la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) y se empezó a beneficiar de lo que ello suponía. Un buen ejemplo es que podría rebir petróleo de Venezuela con unas condiciones perfectas: pago a 25 años vista y un interés del 1%.
La oligarquía hondureña no veía con buenos ojos los flirteos de Zelaya con el ALBA

Zelaya intentó después preguntar al pueblo sobre la posibilidad de optar a una reelección y presentó en el Parlamento la propuesta de la denominada cuarta urna. La iniciativa pretendía que en las próximas elecciones los hondureños decidieran modificar la Constitución con este propósito. Y esto colmó el vaso de la paciencia de la derecha. El 25 de marzo, el Ministerio Público le dijo a Zelaya que se olvidara de la consulta. Poco después, en mayo, el golpista Micheletti, ex presidente del Parlamento y presidente de facto predicó a los cuatro vientos mientras Zelaya estaba reunido con el ALBA que estaba recibiendo amenazas de muerte del Gobierno.

Los acontecimientos se desarrollaron según lo previsto y el 29 de junio los militares tomaban el mando del país, Micheletti se autoerigía presidente y deportaban a Zelaya.
El apoyo con matices de EEUU

EEUU reaccionó en un principio como toda la comunidad internacional. Criticó el golpe e instó a Micheletti a que dejara volver a Zelaya. Pero misteriosamente y tras varias reuniones con la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, la Casa Blanca suavizó el tono. Obama ahora quiere que vuelva Zelaya pero que convoque elecciones. Su permanencia puede que signifique demasiados gobiernos de izquierdas en América Latina.
Por una parte Uribe se reúne en secreto con emisarios de Micheletti y por otra consiente la instalación de siete bases de EEUU

Entre tanto, Uribe, que no se había pronunciado, se reunió en secreto con enviados de Micheletti en Bogotá y poco después aceptó la instalación de siete bases militares estadounidenses que reportarían, según él, gran beneficio a Colombia. Los países de América Latina asistieron consternados a la táctica estadounidense y no han terminado de comprender ni por Uribe ni por Clinton lo que significa este desembarco en Colombia.

Con los aliados bien dispuestos, Uribe consigue el apoyo del Senado para la reforma Constitucional y ahora tocará hablar a los ciudadanos. Según la oposición, "se lacera la Constitución" y se niegan a "participar en su masacre".


El mayordomo de los superpoderosos

Tomado de: Público

Nadie de los que frecuentaron a aquel rebelde estudiante de Derecho en la Universidad de Medellín, Álvaro Uribe Vélez (Medellín, 1952), enamoradizo y pendenciero, incontrolable y agresivo en el trago, buen representante del espíritu paisa para los negocios, intuyó que un día sería el político más popular de Colombia. Dos veces presidente por carisma personal, sin el apoyo de una estructura partidista seria, aunque aupado por la oligarquía antioqueña, que coincidió con la de Bogotá en la necesidad de encontrar a alguien que aplicara mano dura en el orden público y liberalismo ilimitado para sus negocios.

Su vinculación con los poderosos nació durante su gestión como gobernador de Antioquia. El sociólogo y escritor Alfredo Molano le conoció allí cuando ejercía como gestor de paz. "Tuve una reunión con él y con otros personajes. El que manejaba todo era Fabio Rico, el magnate del azúcar; él le dictaba las medidas Lo que tiene Uribe es que es una especie de mayordomo de los superpoderosos; interpreta muy bien su lógica y los ha sabido utilizar para su ambición política y para su fortuna económica".

Se pueden establecer símiles entre Uribe y Aznar como siervos voluntarios del imperio

En 1982, la familia Uribe compra en Córdoba (la zona más importante del paramilitarismo) una finca de más de 2.000 hectáreas, El Ubérrimo. El padre, Alberto Uribe Sierra, asesinado por la guerrilla durante un intento de secuestro, se dedicaba a la compra y venta de fincas, y es íntimo amigo de Fabio Ochoa, patriarca de una de las primeras familias de narcos, cuyos hijos fueron extraditados a EEUU. Uribe siempre ha sostenido que sus vinculaciones con gente tan dudosa tuvieron su origen en la afición por los caballos. Él mismo es un buen jinete y su número preferido es el trote con montura de paso sosteniendo una taza llena de café sin que se derrame una gota. Así alterna su tiempo entre una frenética actividad política todos le reconocen una gran capacidad de trabajo con la vida de terrateniente.

Los próximos días serán decisivos para que Uribe, retorciéndole una vez más el pescuezo a la Constitución y las leyes colombianas, se promueva para un tercer mandato, que tendría ganado de antemano ante la desunión de la oposición política. Frío y habilidoso, suele faltar a su palabra cuando lo considera necesario. Un importante político que visitó a Chávez en medio de la crisis de las bases estadounidenses, subraya que el mayor reproche que le hace a Uribe el mandatario venezolano es el de ser un mentiroso. En esto coincide Antonio Caballero, el periodista más influyente de Colombia: "Miente como respira. Casi todos los políticos mienten, pero éste lo hace de una manera casi patológica".

Empezó a mentir casi al comienzo de su primer mandato, cuando aseguró que no se prestaría a una reelección. Tras un montaje turbio de compra de votos, que tiene en la cárcel a dos parlamentarios por cohecho, abrió la posibilidad para un segundo mandato, que ganó en las urnas frente a Carlos Gaviria, quien, sin embargo, obtuvo la mayor votación de la izquierda en la historia colombiana.

Está implicado en hechos sin esclarecer, cuyos testigos han sido asesinados o deportados

Perpetuarse en el poder

Ante las críticas generalizadas por sus maniobras, Uribe acude a su popularidad en las encuestas, que no ha bajado nunca del 50%, especialmente entre las clases bajas, y habla del "estado de opinión" por encima de las formas democráticas. "Es un populista", afirma Caballero. "Mediante los consejos comunales (concejos abiertos donde amonesta públicamente a sus ministros y reparte cheques y ayudas) abrió paso a esa idea del estado de opinión, que es una preparación para un posible autogolpe de Estado. Si no le va bien con las normas vigentes, buscaría fórmulas para perpetuarse en el poder con apariencias de legalidad o sin ellas. A lo Fujimori".

La clave de la ascensión de Uribe está en su programa de dureza para acabar con la guerrilla. Las FARC y el ELN han sembrado el odio y la inseguridad en los campos de Colombia, fomentando un deseo de "tranquilidad" que el presidente y los medios, casi todos afines a él, han sabido vender. Ésta fue una de las claves de su primera elección en 2002, cuando partía desde niveles muy bajos de conocimiento popular y las dos TV privadas, Caracol y RCN, se coligaron para apoyarlo y ridiculizar a su adversario, el veterano liberal Serpa. Cuando la victoria era dudosa y se presumía que perdería si hacía falta una segunda vuelta, dos falsos atentados montados por los servicios secretos (el tenebroso DAS) elevaron la popularidad de Uribe el 10% que necesitaba.

Dice Caballero: "Éste es un país muy de derechas. Está muy difundido algo parecido a lo que en España se llamaba franquismo sociológico y, mientras la izquierda armada ejerce un militarismo muy facha, la reacción ha sido siempre partidaria de las soluciones de fuerza".

Los símiles con la derecha española más reaccionaria pueden establecerse entre Uribe y Aznar como siervos voluntarios del imperio estadounidense. Los dos trataron de engrandecer su corta estatura del bracete de Bush: no en vano Colombia fue el único país de Latinoamérica en apoyar la invasión de Irak. En toda su trayectoria, Uribe ha privilegiado la sumisión a EEUU a las buenas relaciones con sus vecinos, a los que siempre ha desdeñado. Cuando pensó que los nuevos vientos que anunciaba Obama le iban a apartar del favor de la primera potencia, se apresuró a ofrecer el territorio de Colombia para sustituir a la base de Manta en Ecuador, cuyo cierre anunció Rafael Correa. La secuencia no pudo ser más grotesca: mientras el Pentágono se fijó en tres puntos de Colombia para establecer su fuerza, Uribe ofreció dos más y luego otras dos zonas navales ¡hasta siete bases!, ante el estupor de casi toda Latinoamérica.

El flanco más débil de Uribe reside en las zonas del paramilitarismo y el narcotráfico que ensangrentan Colombia desde hace decenios. Nada se le ha podido probar en este orden, pero nadie duda de su proximidad y parentesco con gente peligrosa. Su primo, Mario Uribe, que le hizo de escudero en su ascenso a la Presidencia, está procesado por sus vínculos con los paras, como la totalidad de su movimiento Colombia Democrática. Las amistades peligrosas de Alvaro Uribe han sido abundantes. Como muchas de sus actuaciones. Una de las más sonadas fue el homenaje de "desagravio" al general Rito Alejo del Río, procesado por espantosas masacres. Para el abogado Iván Cepeda, dirigente de la Asociación de Víctimas de Crímenes de Estado: "Uribe está implicado en un conjunto de hechos sin esclarecer, mientras varios de los que se ofrecieron como testigos están siendo asesinados y los dirigentes más importantes del paramilitarismo fueron extraditados a EEUU para que no hablaran aquí".

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tu opinión es importante